A veces, resulta necesario conseguir dinero para un
propósito específico. Puede ser para adquirir algún bien costoso, como una casa
o un auto; o bien para emprender un negocio. Los créditos o préstamos son un
recurso para conseguir la cantidad de dinero que necesitamos.
Un préstamo informal es el que se solicita a prestamistas o
agiotistas. Hay que tener cuidado con ellos, pues muchos de estos préstamos
pueden tener intereses muy altos, lo que haría difícil o imposible pagar la
deuda.
La deuda es el dinero
que una persona toma de otra persona o entidad. La persona que adquiere un
préstamo o crédito está obligada a devolver el dinero otorgado (capital) y los
intereses. Para ello, se requiere de disciplina y control de las finanzas
personales.
Existen distintos tipos de créditos:
v
Créditos de consumo/personales.
v
Créditos para negocios.
v
Créditos hipotecarios.
El crédito es muy útil para lograr metas importantes. Muchas
cosas no serían posibles sin este servicio financiero. La táctica es acercarse
a los créditos y sacarles el mayor provecho, evitando a toda costa que se
vuelvan un dolor de cabeza que tarde o temprano se podrían transformar en una
migraña crónica. Entender cómo funciona y la manera correcta de usarlo, es
importante para que sea útil, y no una carga pesada.
Fuente: SBS
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